Vilma Espín: La flor que perdura en la Sierra Maestra 


Autor  Yulia Nela Puig Aguilera 
 

La historia de Cuba está marcada por las huellas de hombres y mujeres que a través de los años han ofrecido hasta su vida por el bienestar del pueblo. Son tantos que estoy segura no podría nombrar a todos, pero si es imprescindible mencionar a una mujer que no solo hizo historia para tener y mantener esta revolución que hoy nos arropa, sino que puso en lo más alto  el valor y la importancia de la mujer en la sociedad. 

Me refiero a Vilma Espín Guillois, quien nació el 7 de abril  del año 1930 en la llamada  “Tierra Caliente”, la hermosa provincia de Santiago de Cuba. Sus padres Margarita Guillois y José Espín le inculcaron al igual que a sus cuatro hermanas y dos hermanos  la sensibilidad humana y la importancia de tratar a los demás sin tener en cuenta el origen social, religioso o racial.

Pero no eran estos solos los valores que le inculcaron a Vilma Espín, también le enseñaron el camino del conocimiento, el amor por los estudios, ya que en fin sería este quien le abriera paso a sus grandes aportes a la revolución que quería, por la que luchó y la que nos dejó a todos los cubanos.

Cuando ingresa a la Universidad de Oriente, ya iniciaba con este paso  una etapa crucial en la fidelidad  y desarrollo de sus ideales  políticos. Ideas que la hicieron destacarse entre la juventud combatiente de aquella época, cuando la tierra de Martí y Fidel era abonada constantemente con la sangre de quienes buscaban una patria libre y soberana.Vilma Espín se graduó de  Ingeniera Química,  fue presidenta fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas  (FMC) el 23 de agosto del año 1960 y cumplió con excelentes resultados  las funciones en esa profesión.

No tuve el honor de conocerle personalmente aunque me hubiese encantado, pero se de las historias que contaba mi tía-abuela sobre la inmediatez con que Vilma respondía una carta que enviara una mujer de cualquier parte de Cuba haciendo planteamientos por alguna situación engorrosa. No solo respondía la carta, también le daba solución al caso.
Pero el 18 de junio del año 2017 Vilma Espín fallece dejando un dolor irreparable a nuestro pueblo, sobre todo en las mujeres cubanas quienes seguimos su ejemplo imperecedero.

Físicamente no nos acompaña , pero es un hecho que en nuestro país  siempre  estará presente  la heroína de la República de Cuba, la guerrillera constante del movimiento revolucionario cubano, la madre, esposa, mujer, esa Vilma que para mí siempre será la flor que perdura  en las montañas de la Sierra Maestra.

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